La tecnología avanza cada vez más deprisa, a veces incluso se nos adelanta, por momentos parece que nos desborda, pero lo cierto es que hace que tengamos una mejor calidad de vida.
Pero, ¿Cómo podría aplicarse la tecnología para impulsar las visitas a los museos?
Encontramos una enorme distancia entre lo que se puede hacer y lo que realmente se hace ¿Es esto una cuestión de dinero?
Naturalmente en ocasiones es un obstáculo, dependiendo de los proyectos, pero seguramente una adecuada inversión a favor de las NTIC (nuevas tecnologías de la información y de la comunicación) daría lugar a un ahorro a la larga.
Dentro de la tecnología aplicada a la construcción nos encontramos con
Un ejemplo sencillo pero claro ya que está al alcance de todos pueden ser los nuevos materiales utilizados para conformar el mobiliario:
2.
Un ejemplo distinto lo podemos encontrar en el centro FRAC de Jacob+MacFarlane
La piel del edificio está formada por una malla metálica y textil vista tanto al exterior como al interior del edificio, y que funciona como soporte de un constante flujo de información. Esta piel se nutre de datos de todo tipo que son transmitidos a través de imágenes sobre la piel del edificio. El volumen, la luz y la imagen se unen para dar lugar a una forma dinámica de arquitectura de la información. Puede tratarse de información metereológica, de conexiones con la página web del centro o cualquier tipo de información transmitida en tiempo real.
La superficie iluminada del edificio es un panel informativo de las actividades del edificio.
¿Cómo pensáis vosotros que podría utilizarse la tecnología para mejorar un museo?
“Tu inicio de proyecto me parece fabuloso. La búsqueda de la participación ciudadana. Coincido contigo plenamente en que a veces nos olvidamos de preguntar qué es lo que quieren los ciudadanos. Al fin y al cabo son los usuarios a los que va dirigido el proyecto.
Los tiempos cambian y las necesidades y circunstancias son otras.
Sí, a un museo participativo, más como espacio público abarcable, disfrutable y seguro para el ciudadano. Me tendría que apetecer más estar en un taller de tu museo que en mi casa. Creo que esa es la clave. La concepción del espacio público en las ciudades está cambiando y si en la habitación de mi casa tengo
Igual que te digo
El museo debe ser un lugar para aprender, donde tú das y recibes. Estuve hace poco en uno donde sólo había gente guapa que se paseaba. Lo digo como lo pienso.
La formación es básica para que la gente disfrute y aprenda de lo que ve. El artista debería estar más al pie del cañón e implicado en llegar a la gente y no como normalmente sucede, en su pedestal, allí arriba (no todo el mundo, claro está). Creo que el arte se está convirtiendo en un negocio elitista y bastante conservador.”
Juan
2 comentarios:
He viajado mucho durante muchos años, visitando ciudades de toda Europa, y he visto obras y edificios preciosos, luego veo la arquitectura de mi entorno y la verdad es que no encuentro ningún edificio atrayente, que llame la atención. Mismamente el nuevo hotel que han puesto al lado del Boulevar es la cosa más fea que he visto en años, un poquito de por favor, ya que hacen un edificio nuevo que lo hagan bonito, la arquitectura de hoy en día tiene que mejorar mucho, más originalidad y belleza en las obras.
Besos. Alicia 35.
Yo creo que lo que da vida a un museo es su capacidad de provocar emociones en una franja amplia de la ciudadanía. Pero emociones positivas, no de rechazo, y que la gente se sienta reflejada en aquello que ve sin que nadie se lo explique. Por eso lo primero, en mi opinión, es el contenido del museo. Si además el continente favorece los mensajes del contenido y transporta al visitante, perfecto, pero lo primero es el contenido, lo mismo que en una buena película es imprescindible un buen guión.
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